Economistas UTalca destacan que portabilidad financiera irá en directo beneficio de los consumidores y creará mayor competencia en el mercado.

– La nueva regulación favorecerá a personas y Pymes. Se espera que las tasas de interés y comisiones ofrecidas en productos y servicios sean más bajas.

– Informe de Inclusión Financiera de 2019 emitido por su Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras señala que el 97% de la población adulta del país tiene acceso a algún producto financiero.

El 8 de septiembre comenzará a regir la Ley de Portabilidad Financiera, que permitirá a más de 13 millones de chilenos acceder a diversos beneficios. “Es un derecho que le da al consumidor la posibilidad de cotizar, comparar y cambiarse de una institución financiera a otra que le ofrezca las mejores condiciones para sus productos y servicios”, afirmó Alejandra Ubilla, directora del Magister en Dirección y Planificación Tributaria de la Universidad de Talca.

Según la académica, esta regulación promete una disminución de los costos hacia los clientes, es decir, “los bancos van a entrar a competir, por lo que la demora y burocracia va a disminuir, por lo tanto, estas entidades van a entrar jugar en el mercado, van a tratar de retener a sus clientes ofreciéndoles las mejores condiciones”.

Las instituciones que entran en esta regulación son todas aquellas instituciones que están fiscalizadas por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) como bancos, compañías de seguro, compañías de ahorro y crédito, cajas de compensaciones, entre otras. 

Así mismo, la académica indica que los productos financieros incluidos en esta iniciativa son cuentas de ahorro, corrientes y vistas, en conjunto con tarjetas de crédito y débito. A estos se suman los créditos de consumo, hipotecarios, automotrices, entre otros.

Por su parte, Gabriel Pino, académico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) UTalca, señaló que esta ley “va a nutrir de mayor competencia al sistema financiero lo que irá en beneficio del consumidor, ya que los productos ofrecidos serán más baratos”,

En este sentido, el docente manifiesta que en esta iniciativa no se observan perjuicios para el cliente, ya que con esta regulación “el consumidor podrá realizar cambio en sus productos financieros en caso de no estar conforme, por lo que la institución financiera con la cual tenía vínculos no puede poner trabas para que el cliente emigre a otro banco”.

Si bien en materia legislativa aún queda por definir los procesos técnicos de la portabilidad financiera, la economista Ubilla señala que básicamente serán cinco los pasos para que el cliente pueda llevar a cabo el proceso.

En primer lugar, debe iniciar una solicitud a esta nueva institución financiera, por lo que este nuevo proveedor le va a solicitar un certificado de liquidación el cual debe ser emitido por la anterior institución. Luego, con este documento se va a evaluar la situación del interesado.

La académica señala que esta regulación “amarra las condiciones ofrecidas por esta nueva institución, por lo que la oferta debe tener vigencia superior a siete días hábiles. Lo que da una chance de poder comparar, comprender y ver otras alternativas”.

En caso de estar de acuerdo con la oferta, el siguiente paso es aceptar la portabilidad y dar un mandato a esta nueva institución para que esta se haga cargo de representar al cliente ante su antigua institución financiera y realizar los pagos requerimientos necesarios para hacer esta portabilidad. 

Para finalizar el proceso, el cliente debe firmar con esta nueva institución y contratar los servicios y productos ofrecidos en la oferta que entregó este proveedor

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