Académicos UTalca desmitifican uso de vacunas contra el COVID- 19
– Especialistas señalaron que es importante que la población siga cuidándose a pesar de inocularse.
– “Un importante motivo para vacunarse es, no solo protegerse a uno mismo sino también a quienes nos rodean, de esta manera cortamos la cadena de transmisión y evitamos que personas más vulnerables se enfermen, es un acto de solidaridad”, afirmó Erika Retamal, directora del Departamento de Salud Pública de la UTalca.
A la espera de la llegada de la primera remeza de vacunas Pfizer-BioNTech al país, que de acuerdo al Gobierno debería arribar este jueves, muchas personas aún tienen dudas respecto a ésta y las otras que se están probando en la población.
Científicos de la Universidad de Talca explicaron algunos aspectos sobre las vacunas y destacaron que lo principal es que la población siga cuidándose con las medidas sanitarias indicadas, más aún hoy, cuando se observa en el país un incremento de casos.
La epidemióloga y directora del Departamento de Salud Pública de la UTalca, Erika Retamal, sostuvo que “el estar autorizada por organismos internacionales, que revisan concienzudamente que se hayan tomado todas las precauciones para evitar daño en la población, la inoculación debería darnos tranquilidad”.
El académico Sergio Wehinger, director del Magíster en Ciencias Biomédicas de la casa de estudios maulina, explicó que la vacuna Pfizer tiene dos dosis que se administran con una diferencia de 21 días. “El sistema inmune se demora un par de semanas, más o menos desde el día 12 en adelante, en generar inmunidad a través de las células llamadas linfocitos, lo que es reforzado con la segunda dosis”, plateó.
Y agregó que de acuerdo a los estudios de Pfizer, cerca del día 28 se logra una inmunidad efectiva, por lo tanto si la persona adquiere el virus en este período dependerá mucho de su sistema inmune. “En el caso que tenga un buen sistema inmune existe una posibilidad de que ya presente protección, pero de todas maneras, la recomendación es mantener las medidas preventivas”, sostuvo.
“Hay que continuar con las medidas sanitarias de todas maneras, ya que mientras no se vacune por lo menos a un 70% de la población, logrando una caída importante en los niveles de contagio, no vamos a poder estar seguros que la vacuna está siendo efectiva a nivel de toda la población”, señaló Wehinger, quien añadió que se espera que después de la inoculación la población seguirá con las medidas preventivas, que ayudan a acelerar la reducción en el nivel de casos.
Grupos que no deberían vacunarse
De acuerdo a la académica Erika Retamal, los efectos adversos de una vacuna se observan normalmente en las primeras semanas después de la inoculación, lo que fue ampliamente monitoreado por Pfizer, quienes efectuaron un seguimiento de ocho semanas, a lo que se suma una observación de dos años a quienes se vacunen, lo que va en línea con los protocolos existentes.
Coincide con esto el profesor Wehinger, quien explicó que para llegar a su aprobación, la vacuna fue probada en más de 43 mil personas, logrando un 95% de efectividad y seguridad.
“Demostró ser muy segura para este grupo, pero es importante indicar que el estudio no pudo incluir a quienes tenían características de riesgo como embarazadas y por esta razón se recomienda que las mujeres en edad fértil que se inoculen deben esperar dos meses para concebir un bebé. También estaría contraindicada para las madres que están amamantando, ya que no se cuenta con pruebas científicas, aunque lo más probable es que sea segura”, precisó el académico.
Wehinger agregó que hubo otros grupos que no fueron incluidos en las pruebas de Pfizer, como son los pacientes inmunocomprometidos, es decir, quienes tienen su sistema inmune debilitado, ya que en estos casos la vacuna no sería efectiva debido a esta condición, así también quienes tienes enfermedades relacionadas a la coagulación, que en general no pueden colocarse vacunas intramusculares.
Junto con ellos, los pacientes que tienen COVID o han tenido recientemente, no deberían inocularse, ya que su sistema inmune debería estar generando anticuerpos para la enfermedad.
Otro caso son las personas con reacciones de hipersensibilidad, que son llamadas comúnmente alergias, que es cuando el sistema inmune reacciona fuertemente contra componentes que deberían ser inofensivos, quienes podrían presentar alguna reacción, pero es importante señalar –sostuvo el académico- que quienes tienen alergias leves como rinitis, no deberían tener problemas con la vacuna. “Aquí nos referimos a casos graves de hipersensibilidad, por ejemplo, quienes han caído hospitalizadas con un tratamiento de urgencia frente a reacción alérgica severa como un shock anafiláctico, ellos deberían evitar esta vacuna, ya que podría ser que algunos de los componentes que traen pueden generar este tipo de reacciones, en especial si han tenido situaciones adversas con otras vacunas”, indicó.
Y precisó que la vacuna “no contiene al virus funcional, sino que es ácido ribonucleico (ARN) mensajero, que codifica para una proteína clave en la infección del virus, por lo tanto lo que se quiere es que el sistema inmune genere esa inmunidad contra una proteína específica”.
La profesora Retamal argumentó que “un importante motivo para vacunarse es, no solo protegerse a uno mismo sino también a quienes nos rodean, de esta manera cortamos la cadena de transmisión y evitamos que personas más vulnerables se enfermen, es un acto de solidaridad”