COLUMNA DE OPINIÓN: SEREMI DE GOBIERNO Y SU POSTURA SOBRE EXPROPIACIÓN EN EX COLONIA DIGNIDAD


CON MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA, SE CONSTRUYE LA DEMOCRACIA
En un país que ha conocido el dolor profundo de las violaciones a los derechos humanos, la memoria no es una opción: es un deber. Por eso, la firma del decreto de programación de la expropiación de terrenos de la ex Colonia Dignidad, realizada por el Presidente Gabriel Boric, no es solo un acto administrativo. Es un paso histórico y profundamente simbólico que reafirma el compromiso del Estado chileno con la verdad, la justicia y la reparación.


Durante décadas, los terrenos de la ex Colonia Dignidad fueron sinónimo de horror. En esos suelos se vulneraron sistemáticamente los derechos humanos de centenares de personas, tanto durante la dictadura como antes de ella. La casa de Paul Schäfer, el hospital, las bodegas, los caminos y las fosas hoy se inscriben en la historia del país como lugares de dolor, pero también como escenarios que deben transformarse en espacios de aprendizaje y memoria.

Con esta expropiación de 117 hectáreas, el Gobierno honra un compromiso asumido públicamente por el Presidente en su Cuenta Pública de junio pasado. Pero más allá de cumplir con lo prometido, este acto representa un mensaje profundo: en Chile no se olvida, y el Estado no será cómplice del silencio ni de la impunidad.
Los sitios de memoria no buscan reabrir heridas, sino honrar a las víctimas y dar sentidos a sus historias. Son espacios para comprender que los derechos humanos no pueden relativizarse y que la democracia se defiende con convicción, con coraje y con verdad. Por eso, esta medida coordinada entre los ministerios de Justicia y Derechos Humanos, Bienes Nacionales, Vivienda y el Serviu del Maule, demuestra que cuando el Estado actúa con decisión y unidad, es posible avanzar hacia una sociedad más justa y consciente de su historia.


Hoy damos un paso firme para que lo ocurrido en Colonia Dignidad no quede impune ni relegado al olvido. Para que nuevas generaciones comprendan el valor de la democracia y el precio que otros pagaron por defenderla. Para que nunca más el miedo y la violencia, se instalen donde deben habitar la dignidad y la vida.
Así avanza Chile: reconociendo su historia, reparando sus deudas y construyendo, con memoria, una democracia más sólida y humana.

Nataly Rojas Seguel, Seremi de Gobierno región del Maule.

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