
Como es sabido, en las últimas horas el fútbol amateur talquino vive un doloroso luto, ante la partida de un histórico del club 21 de Mayo. Se nos fue Manuel Rojas Pacheco, más conocido como “Piru”.
Hombre del esfuerzo de jornadas eternas en el balompié amateur, lo cual era el puente que tenía para desarrollar lo que más quería: su sentido social. Un ser humano de fuertes convicciones que entregó su vida a la docencia, al igual que sus hermanos; Mario y Carlos este último, popularmente conocido como “Quelo”.
Los tres hermanos, profesores de educación física, quienes han convertido al club 21 de Mayo, como su segundo hogar. Particularmente, “Piru” durante casi cuarenta años impartió clases en la comuna de Pelarco, en donde dejó una huella imborrable de cariño y vocación pura, lo cual se vio reflejado en la gran cantidad de ex alumnos que lo vinieron a despedir a Talca. A pesar, que hace más de un año que no estaba en condiciones de salud, para ejercer.
En el club 21 de Mayo, desarrolló trabajo deportivo y social durante casi treinta años, siempre encargado de estar al servicio desde el lugar que le asignaran. Por razones de salud, hace algunos años que ya no podía seguir colaborando activamente. Aquella, era otra pasión que compartió con sus hermanos. “Éramos hermanos del alma” me señaló Mario, interpretando el sentir de estos “tres mosqueteros”, queridos en los ámbitos sociales, deportivos y educacionales de la ciudad.
Como paradoja, justo el día de su partida terrenal, iba a ser homenajeado por su amado club. La fallida celebración de un nuevo aniversario institucional, será más adelante, producto de su dolorosa pérdida.

Gracias por tu entrega y pasión en todo lo que hiciste. Como medio de comunicación, enviamos un abrazo fraterno para la familia y el club 21 de Mayo, ante este doloroso momento. Abrazo al cielo, querido Piru. El brindis por tus reconocimientos terrenales, tendrá que esperar hasta el cielo eterno.