COVID-19: Epidemiólogos de la UTalca advierten que se debe reforzar la comunicación del riesgo que enfrenta la población
– Loreto Núñez, académica del Departamento de Salud Pública, manifestó que las barreras preventivas deben actuar en capas.
– Daniel Jiménez, director de Salud del Estudiante, sostuvo que “falta mayor coherencia por parte de la autoridad porque se endurecen ciertas medidas y se flexibilizan otras confundiendo a la ciudadanía, lo que redunda en una falta de credibilidad en relación con algunas decisiones”.
– María Elisa Quinteros, salubrista y docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la misma institución, enfatizó que “se espera el peak de la segunda ola a mediados de enero, por lo que el llamado es a quienes se puedan mantener en sus hogares, lo hagan”.
Ante el constante aumento de casos de COVID-19 registrado en las últimas semanas, preocupa en los expertos algunas deficiencias que se han detectado en la manera de comunicar las medidas y también en la implementación de estas.
“Creo que se debe reforzar y poder hacer una buena comunicación de riesgo a la población pensando que todas las medidas que se implementen actúan en capas como propone el modelo del queso suizo”, indicó la académica Loreto Núñez, del departamento de Salud Pública de la Universidad de Talca. Y agregó que “este se basa en una metáfora que no es difícil de entender: ninguna medida preventiva por sí sola es perfecta para frenar la propagación del Coronavirus, cada una representa una capa y cada una tiene huecos o errores por lo que ninguna medida por sí sola es suficiente para detener el avance de los contagios”.
La investigadora y salubrista añadió que “tenemos varias capas de protección o medidas que buscan prevenir los contagios, las que podemos imaginar como rebanadas de este queso suizo con orificios, ya que ninguna es perfecta y cuando estas imperfecciones o errores se alinean, aumenta el riesgo de contagio. Lo importante es poder combinar adecuadamente varias capas: uso de mascarillas, lavado de manos, distancia física de 2 metros, testeo, ventilación de espacios, mensajes adecuados de las autoridades. Todas estas medidas o capas, implementadas adecuadamente disminuyen el riesgo de propagación”.
Por su parte, Daniel Jiménez, epidemiólogo y director de Salud del Estudiante de la casa de estudios maulina argumentó que “cuando se habla de la comunicación de riesgo nos referimos a que es muy importante poder transmitir de manera adecuada cuál es el riesgo real que tienen las personas actualmente cuando salen por ejemplo a aglomeraciones, como vimos en los mall en los días previos a Navidad; o lo que puede pasar en las playas con la llegada del verano”.
Pese a la relevancia y urgencia de la adecuada entrega de informaciones, Jiménez, lamentó que “falta mayor coherencia por parte de la autoridad, porque hay ciertas contradicciones ya que se endurecen ciertas medidas y se flexibilizan otras, confundiendo a la ciudadanía, lo que redunda en una falta de credibilidad en relación con algunas decisiones”.
El profesional recordó que si bien la vacuna ya empezó a ser aplicada en nuestro país, el efecto no es inmediato y por lo tanto estamos lejos de poder retornar a la normalidad: “Para ello deberíamos tener a más del 80% de la población inoculada y falta harto todavía para que eso suceda, por lo tanto se deben seguir manteniendo las medidas personales y no bajar los brazos.
Vacaciones
Si bien las encuestas han mostrado en las últimas semanas que un alto porcentaje de la población no tiene decidido tomar vacaciones, también preocupa lo que pueda suceder en los próximos dos meses con la movilidad de las personas y las posibles aglomeraciones en playas.
La académica del Departamento de Salud Pública de la UTalca, María Elisa Quinteros, quien es directora de la Sociedad Chilena de Epidemiología, planteó al respecto que “yo invitaría a la población a que ojalá se mantengan en sus casas. Sé que es difícil hacer esta recomendación, ya que muchas personas llevan meses confinadas, pero es importante tomar conciencia de los riesgos. Se espera que el peak de la segunda ola en Chile sea para la mitad de enero y por ello es importante que quienes puedan permanecer en sus hogares, lo hagan”.
Quinteros añadió que “para aquellas familias que igualmente se van a movilizar hacia casas de veraneo, cabañas o campings la recomendación es mantener las medidas ya conocidas como el uso de mascarillas, lavado de manos y distancia física”. También hizo un llamado a la quienes están con diagnóstico de COVID-19: “generemos conciencia de que pueden contagiar a más personas. La transmisibilidad de la nueva variante del SARS-Cov2 es mucho más alta, un 70% mayor, y por ello tomaría con cuidado la decisión de desplazarse en vacaciones. Este virus de ninguna manera está controlado, hemos visto un aumento en la ocupación de camas y eso es preocupante”.